Comunicación, comunicación
En las empresas, en las universidades, en los institutos, en los matrimonios, en las familias, en los grupos de deporte, en los grupos de amigos,… en todas partes hay mucha necesidad de aprender herramientas para mejorar nuestra comunicación (están dentro de las habilidades blandas, soft skills). Porque mejorar tu comunicación hará que formules bien lo que quieres decir, de tal forma que el mensaje que quieres transmitir llegue a tu interlocutor. Eso, tan fácil de poner, no es nada fácil de hacer, porque ¡influyen tantos aspectos en la emisión y la recepción del mensaje!
¡Todo influye!
Influyen las palabras, el tono, tus pensamientos hacía ti mismo y hacia el otro, influyen los tonos del otro, sus pensamientos, hacía él mismo y hacia ti. Influyen tus creencias limitantes y las del otro. Influye el ruido de fondo (físico e interno). Influye tu preparación interna de cómo formulas el mensaje pensando en lo que quieres que el otro entienda (cómo lo “codificas”)… e influye el cómo el otro “decodifica” tu mensaje (es decir, estructura, organiza y comprende el mensaje).
Y esto, multiplícalo según las personas que participan en la conversación (no es lo mismo darte a entender y entender a una persona que a 20, por ejemplo).
Resultados sorprendentes
El otro día comencé una formación para profesores doctores y catedráticos de la Universidad Politécnica de Madrid. Se llama: “ComunicArte: claves para el uso de un lenguaje proactivo que influya en los demás”. Varias empresas, y también centros educativos me han contratado para dar herramientas a sus profesionales para mejorar su comunicación. Y los resultados, en todos han sido sorprendentes.
Profesionales que iban de “chulitos” se dan cuenta de cómo influye esa “chulería” en el otro y cómo pueden cambiarla por una actitud más proactiva. O profesionales que no creen en sí mismos, por un exceso de humildad mal entendida, que empiezan a mostrarse, a dar valer a su persona, sin perder el respeto al otro. Profesionales que empiezan a cambiar sus pensamientos negativos hacia el otro y ¡oh, sorpresa! descubren que sus pensamientos estaban algo equivocados. En todos los casos, con esos cambios, la comunicación mejora muchísimo. Es más, sorprendentemente, mejora el trabajo en equipo. Y, por ende, mejoran los resultados, incluidos monetarios, de la empresa (ROI).
Gasto vs Inversión
Todos los responsables de RR.HH. que han hecho esta formación en su empresa (o estamento público) me dicen siempre lo mismo: no es gasto de dinero. ¡¡Es inversión!!
Porque con esa inversión que, sí, cuesta dinero, disminuyen las bajas, disminuyen las trifulcas entre los distintos departamentos, disminuyen las denuncias, aumenta la mejor producción, aumenta el buen clima laboral, aumenta la ayuda entre distintos profesionales. Y, lo que es mejor en mi opinión, ¡¡aumenta el número de profesionales que intenta dar su mejor versión!!
Inteligencia lógica y emocional
Termino con esta frase de Daniel Goleman, el periodista que puso de moda la Inteligencia Emocional: «Si no tienes empatía y relaciones personales efectivas, no importa lo inteligente que seas, no vas a llegar muy lejos». Hasta ahora las empresas han buscado mucho la Inteligencia lógica, es decir, han buscado las habilidades duras (hard skills). Eso es bueno y necesario. Sin embargo, cada vez son más conscientes de la necesidad de encontrar (o formar a su profesionales) personas que tengan también habilidades de Inteligencia Emocional. Porque eso es lo que hará que sus equipos florezcan y la empresa crezca en todos los sentidos.
¿Necesitarías herramientas para mejorar la comunicación con otros (jefe, compañeros, equipo)? ¿Crees que sería necesario para tu empresa o para tus relaciones? ¿Vas a trabajar dando tu mejor versión?

Comunicación Elida Coach
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