El sentido del Dolor

Debo de ser una mala madre.

Como os dije hace unos días, el Miércoles 22 operan a Alex, mi chiquitín. Y ayer mi marido, cuando fue a tirar la basura, se encontró con un vecino, que le preguntó por mis niños. Cuando Ángel le dijo que iban a operar a Alex, mi vecino se consternó y dijo: “Ufff, ningún padre queremos esas cosas para nuestros hijos. ¡¡Cuánto nos gustaría protegerlos de todas las cosas que le generan dolor!!”. ¡¡Y casi le dio el pésame!!!

Me ha hecho pensar mucho. No opino igual. El hecho de que sea una operación, el hecho de que le pueda generar algo de dolor, es una realidad. Pero el pensar que me gustaría protegerle de las cosas que le generen dolor… ahí discrepo.

Es verdad que Alex es muy chiquitín (tiene sólo 21 meses) y que “parece” que no va a aprender nada. Pero todos los seres humanos (tengamos la edad que tengamos) podemos aprender mucho del dolor. Y querer privarle a alguien del dolor, es hacerle un flaco favor. Porque el dolor hace que, al final, si lo sabemos afrontar, demos lo mejor de nosotros mismos y nos volvamos más fuertes, mejores.

Muchas veces lo he pensado. Las personas que más admiro, son aquellas que han tenido que afrontar una situación difícil y han dado lo mejor de ellas. Un ejemplo, mi amiga Teresa Perales, con 18 años una enfermedad le privo de andar. ¿Fue duro? Seguro, completamente. ¿Se desanimó? Seguro, al principio. Pero fue capaz de dar lo mejor de ella y, casualidades de la vida, se metió en la piscina por hacer algo de deporte. Y ha conseguido ser la gimnasta española con más medallas olímpicas. ¿Lo hubiera logrado si no se hubiera quedado en silla de ruedas? No lo sé, pero algo me dice que no.

Mi propio caso, a lo largo de mi vida he pasado por situaciones realmente dolorosas, en todos los aspectos: sufrí un mobbing con 27 años, del que me costó mucho tiempo salir; he perdido 5 hijos; cuando nació Alex con síndrome de Down a los 14 días me dio un Ictus, y he tenido que aprender a andar, a hablar, etc. ¿Sufrí? Sin duda. Pero a la vez, el dolor, cuando me zarandeo, me hizo dar lo mejor de mí. Y al final me hizo crecer.

Y ahora me pregunto: si volviera a nacer y me dijeran: “puedes elegir si quieres vivir esas situaciones de dolor o no, pero si no las vives, no tendrás el aprendizaje”. ¡¡¡Volvería a vivirlas con mucho gusto!! Porque soy la persona que soy gracias a todo lo que me ha pasado.

Así que, debo de ser una mala madre, pero no quiero privar a mi hijo de las cosas que la vida, o Dios, le conceden. Porque sé que, al final, le harán crecer, le harán hacerse más fuerte, le harán entender mejor a los demás hombres. ¡¡Y será mucho mejor!!

Confío que Dios, su ángel de la guarda y sus cinco hermanitos del cielo, cuidarán de él. Y nosotros, tranquilos. Está en las mejores manos.

 

 

42 Comments
  1. Responder

    Gracias por compartir tu visión drl esfuerzo y ls entrega. Mañana una parte importante de mi estará contigo y con tu Alex. Un beso enorme

    • Juan Manuel
    • 22 enero, 2014
    Responder

    Elida, no puedo por menos que levantar mi rostro al cielo, para dar las gracias a Dios, por haber nacido, para que hoy mucha gente y yo entre ellos, estemos disfrutando del dón de tu presencia. Tu fuerza y empuje ante adversidades como estas, no tienen parangón, tanto es así que me siento pequeño, ante tu larga sombra. En momentos en los que la aflicción es más grande que la herida, has sabido "dar tu MEJOR versión". Empiezo a ser consciente de la suerte que tengo, porque el destino, me puso en tu camino, para conocer tus enseñanzas y protagonizar mi aprendizaje, como a tantos otros le habras brindado. Un abrazo inmenso, de calor, amor, cariño,
    Juanma

  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

  3. (He querido corregir y ampliar el mensaje anterior, y así queda este. ¡Será que es el primero!).
    Pues bien, me alegro mucho del resultado de la operación. Una vez nos comentaste del tipo de operación que se trataba, tuve la confianza de que iba a ir bien. Aunque plantearse la situación desde el punto de vista de la madre o del padre no es lo mismo. Las emociones son muy intensas y sobre todo porque el niño es pequeño. Yo también pase por el quirófano (hernia discal lumbar), y si bien estaba plenamente convencido de operarme, mi convencimiento fue mayor cuando después me imaginé cuál hubiera sido mi situación sólo 50 ó 100 años antes sin los avances y medios actuales. Me sentí un privilegiado y al mismo tiempo un sentí un gran agradecimiento a todas las personas que hacían y habían hecho posibles estos milagros de la medicina. Un beso para ese valiente.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Gracias, Elida, por tu fortaleza. Cuenta con mi oración y con la de los Laicos del Monasterio de la Conversión.

    Carmen G.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Eres una gran madre y una gran persona.

    Gracias por la generosidad de tu testimonio. Después de leerlo puedo decir que ya soy un poco mejor persona, y estoy más preparado para vivir.

    Sergi V.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Como tu bien dices "está en buenas manos". Un abrazo fuerte y le envío toda mi energía positiva para que se ponga bueno lo antes posible.

    Belen B.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Adelante Elida!! Como bien sabes en estos momentos duros, es cuando Dios nos lleva en sus brazos. Donde mejor?

    Ines I.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Espero que todo salga muy bien.

    Ileana M.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Unas palabras sin duda con mucha fuerza y para reflexionar!…Oro por él. Besos para todos xxxx

    Gemma P.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Eres realista 🙂 por desgracia, no podemos quitarnos el sufrimiento, ni a nosotros ni a nuestros seres queridos… pero tampoco podemos quedarnos como los avestruces, a verlas pasar. Así que mucha fuerza y un gran abrazo!

    Ana N.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Gracias a ti porque si no hubiera gente como tu la gente como yo seguiriamos perdidas
    Mucha fuerza y un besote para juan pablo y alex

    Ana M.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Me has dejado paralizado. Siempre he pensado que es fácil pensar así en la quietud, cuando todo esta en calma, pero no cuando hay momentos complicados. Muchas gracias por la inspiración que nos das. Eres una auténtica mentora!

    Fran E.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Rezamos por Alex y por el resto de la familia.

    Jose Mª G.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Pero entiendo al vecino…meternos en una jaula de oro para nada, pero evitar las enfermedades innecesarias, si estuviera en nuestras manos, las evitaria. Que se ponga bueno pronto el peque!!!

    Pilar M.D.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Nos ponemos a rezar para q todo salga bien. Un abrazo.

    MAngeles E.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Mucho ánimo y mis mejores deseos para que todo vaya bien. Un abrazo para toda la familia!!

    Jose Miguel G.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Hola Elida: Os tengo muy presentes a toda la familia. Un beso a todos.

    Bernabe G.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Os encomendamos.besos

    Chema B.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Todo saldrá genial teniendo a esa pedazo de mamá!!!!

    Puri M.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Mañana estareis muy presentes en nuestros rezos. Besitos.

    Raquel G.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Martina tiene una cicatriz en la zona de la barbilla de una operación cuando tenía apenas 3 años. Siempre le digo que la luzca con orgullo pues habla entre muchas cosas de lo valiente que fue. Que vaya todo muy bien Elida. Un abrazo

    Arturo A.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Animo familia¡

    Inma M.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Contad con mi oración por Alex y por vosotros. Un abrazo

    MCarmen C.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Bendiciones! Eres una guerrera y tu pequeño también Saludos!

    Adela J.

  4. ¡Gracias amigos! Pero esto es un artículo que compartí hace tres años. Gracias a Dios, Alex está muy bien.

    Besos

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Siempre has sido un ejemplo para muchos!!. Me pido ser vecinos en el cielo…

    Luis A.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Eres una persona muy admirable y tu fortaleza es muy grande al igual tu gran feliz

    Daniela S.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Eres genial Elida!!! Te mando mi energía súper positiva ;-))

    Mayte R.

    • Anónimo
    • 20 enero, 2017
    Responder

    Lo has clavado…. yo debo ser una mala Tía

    Begoña G.

    • Anónimo
    • 21 enero, 2017
    Responder

    Me apunto a eso de ser una mala madre ;-De
    Flor R.

    • Anónimo
    • 21 enero, 2017
    Responder

    que Dios te bendiga.. Cómo se nota que eres MADRE !

    Marita de A.

    • Anónimo
    • 21 enero, 2017
    Responder

    Totalmente de acuerdo. Un abrazo.

    Elena A.

    • Anónimo
    • 21 enero, 2017
    Responder

    Es verdad que los momentos dificiles y dolorosos te hacen más fuerte, me atrevo a decir que incluso mejor persona.

    Tu has pasado muchos momentos duros. Seguro que por eso eres tan grande.

    Gracias. Besos.

    Marijoti G.

  5. Begoña, ¡podríamos hacer un club! 😀

  6. ¡Genial, Flor! Creo que las "buenas" madres hacen un flaco favor a sus hijos. 😉

  7. ¡Gracias Marita! Gracias por tu bendición. Te quiero

  8. ¡Gracias Elena!

  9. Sí, los momentos difíciles y dolorosos te hacen más fuerte, MariaJoti. Y yo también me atrevo a decir que mejor persona. Porque hacen que veas el sufrimiento en los demás y tiendas a ayudarles.

    No sé si he pasado muchos o pocos, dependerá de con quién me compares ;-). Pero lo que tengo claro es que no quiero quitarle el dolor a mis hijos. Mejor les enseño a gestionar bien el sufrimiento.

    • Anónimo
    • 27 enero, 2017
    Responder

    Una vez más me descubro ante tanta sabiduría, y te doy la razón, es duro pero la vida te va dejando cicatrices, nadie nos enseña eso, y sin embargo, esas cicatrices al final son también tú mismo.

    Un fuerte abrazo Élida.

    Chema P.

    • Anónimo
    • 27 enero, 2017
    Responder

    Elida !todo lo que aprendemos de ti!.

    El dolor es nuestro compañero, se hace presente en el momento mas inesperado.

    Hace tres años me diagnosticaron un cancer despues de todo el tratamiento parece que se va solucionando.

    Soy otra persona MAS FUERTE, para afrontar las cosas, veo la vida de forma distinta. MUCHO MAS BONITA, todo me interesa, todo me gusta, vivir cada momento, etc.

    GRACIAS ELIDA!!

    María G.

    • Anónimo
    • 27 enero, 2017
    Responder

    Comparto plenamente lo que dices, Elida.

    El dolor, cuando lo encaras, lo sufres, lo padeces y lo peleas, es una fuente de aprendizaje.

    Benditas arrugas y canas las padecidas desde la fortaleza del sufrimiento.

    Luis A.

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