Acciones concretas para poner en marcha tu propósito

Acciones concretas

Acciones concretas. Una vez que has escrito tu propósito para cómo quieres pasar estas vacaciones, ahora toca concretar con acciones concretas.

El para qué mayor

Te propongo algunas acciones concretas, por si te sirve. Obviamente son con nuestros hijos. Tenemos que recordar siempre que, si son lo más importante para nosotros (junto con nuestro esposo) si no dedicamos tiempo (de calidad y de cantidad) la relación con ellos será menos amorosa que si les escuchamos, hablamos con ellos, hacemos cosas juntos.

Aficiones y aventura.

Si tienes cerca un bosque, id a pasar el día en el bosque (aunque tengas que coger el coche y preparar bocatas). Si no, sal al campo. El ser humano lleva relativamente poco tiempo viviendo en la ciudad. Lleva milenios acostumbrado a estar en contacto con la naturaleza. Y en ella, especialmente en los bosques, es cuando conecta con su esencia, con su ser más profundo. Hace años escribí un artículo “Baños de bosque”, que habla de esto.

Haced un concurso de chistes. La risa libera endorfinas en nuestro cuerpo, la hormona del bienestar.

Hacer algo que os guste. Hacer una actividad que os haga disfrutar contribuirá a vuestro bienestar. La familia se recargará de energía. En la página del Tecnológico de Monterrey hay muchas ideas.

Mente, cuerpo y espíritu

Haz deporte. No solo mejora tu cuerpo sino que también mejora tu cerebro. Sal a la calle. Con mascarilla. Con todas las precauciones habidas y por haber, pero sal a la calle. Hay áreas del cerebro que se activan cuando estás en el exterior. Además, la luz del sol incrementa la producción de vitamina D y la serotonina, lo que te hará sentir mucho mejor. Camina.

No hagas nada. Exacto, no hagas nada. Si te permites parar unos minutos a no hacer nada, mejorarás tu vida, saldrá tu creatividad y tu capacidad para resolver problemas.

Da muchos abrazos, da mimitos. Recibe abrazos.

Lee libros que te apetece leer (así tus hijos aprenderán por el ejemplo)

Desconecta. Un tiempo, lo que puedas aguantar. No mires el móvil como mínimo durante el rato que estás jugando con los niños, comiendo, leyendo. Por la noche, silencia tu móvil y no lo consultes antes de ir a dormir.

Haz meditación, oración. Aprovecha el no tener que trabajar para poder estar sólo contigo mismo… y con Dios.

Relaciones.

Recuerda que con el COVID-19, el distanciamiento sólo es físico, es muy importante seguir con el contacto virtual con amigos y familiares. Conozco amigos que tenían la costumbre de tomar una cerveza todos los Domingos… ¡y siguen quedando virtualmente para tomársela!

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